A partir de los restos de un barco naufragado, el inventor Darío y el Cazador de Escorpiones han construido un taller improvisado en el desierto de las Arenas de Sal’ahari. Ahora, los dos trabajan juntos con el veneno de los escorpiones. Su objetivo es desarrollar flechas venenosas que puedan utilizar contra el ejército de esqueletos. A su lado lucha un escorpión gigante domesticado, que hace temblar a todos los atacantes. El aguijón envenenado del gran escorpión puede llenarse de agua, que luego puede extraerse apretándolo. Se puede montar una figura en el lomo del escorpión utilizando una silla de montar. Los cañones tienen balas de esponja.
Detalles del producto:
● El taller está equipado con muchos accesorios, como una rueda de viento, un mirador y una mesa de trabajo con diversas herramientas.
● El cañón giratorio se puede cargar con las nuevas balas de esponja. Cuando el proyectil se sumerge en agua, deja salpicaduras de agua al impactar.
● La zona superior del taller está cubierta por un toldo y es accesible a través de las escaleras de piedra o la escalera.
● En la cueva hay espacio para el gran escorpión.
● El escorpión tiene brazos móviles y puede abrir cada una de las tijeras inferiores.